Filà Mozárabes: historia de una hermandad con alma felina

Orígenes e inicios

La Filà Mozárabes es una de las agrupaciones más jóvenes del bando cristiano en las Fiestas de Moros y Cristianos de Alcoy. Su debut tuvo lugar en 1925, en un contexto complejo tanto social como festivo, donde el bando cristiano sufría una notable inestabilidad debido a la aparición y desaparición constante de filaes.

A pesar de ello, los Mozárabes supieron consolidarse con rapidez y solidez, algo que no lograron muchas otras formaciones de su época. Su primer Trò fue D. Alfredo Silvestre Mira, quien lideró a aquel apasionado grupo de fundadores. En su primer desfile, ocuparon el puesto número once, el último en el orden oficial.

Lamentablemente, ese año solo pudo celebrarse la Entrada, ya que las lluvias impidieron el resto de actos. Aun así, la ilusión de esta nueva filà no se vio empañada.

La primera alferecía

En 1931, apenas seis años después de su fundación, los Mozárabes asumieron su primera alferecía. Aunque inicialmente fue nombrado Rafael Vilaplana Doménech como Alférez en el acta oficial, finalmente el cargo lo desempeñó Miguel Moltó Abad, quien repetiría como Capitán al año siguiente.

‘Els Gats’: un apodo entrañable

Desde sus primeros años, los Mozárabes fueron conocidos popularmente como Els Gats (Los Gatos), un apodo que nació en la década de los 20. La historia cuenta que el conserje del local de la filà tenía una gran afición por los gatos, que se paseaban libremente entre las mesas, mimados por él y por los asistentes.

Con el tiempo, esta escena se volvió tan habitual que los visitantes comenzaron a referirse al lugar como la filà dels gats. El nombre pegó, y desde entonces, los Mozárabes y los felinos están unidos de forma inseparable en el imaginario festero alcoyano.

Un traje que marcó época

Durante años, el traje de los Mozárabes pasó casi desapercibido: era sobrio, con escaso diseño y no lograba destacar en los desfiles. Esta situación cambió radicalmente en 1953, cuando se estrenó un nuevo traje diseñado por el artista alcoyano Rafael Guarinos Blanes.

Con claras influencias árabes, su creación, y especialmente el magnífico casco, causaron un enorme impacto en la Fiesta. Aunque ese año también llovió durante la Entrada, mojando los flamantes terciopelos, el nuevo atuendo marcó un antes y un después. Los Mozárabes se convirtieron en pioneros de un estilo más elaborado dentro del bando cristiano, y su influencia se notó años más tarde, cuando otras filaes decidieron renovar por completo su indumentaria.

Tradición, infancia y música

A comienzos de los años 50 comenzó a verse en la filà una creciente presencia infantil. Los llamados gatets, hijos de los festeros que se habían unido entre 1945 y 1948, pasaron a formar parte activa de los desfiles, añadiendo ternura y continuidad generacional al espíritu mozárabe.

También en esa década, la filà empezó a participar en las fiestas de Fontilles, vinculadas a una peña nacida en el Círculo Industrial y donde participaban numerosos miembros de la filà.

Desde 1940, los Mozárabes han estado acompañados ininterrumpidamente por la banda Instructiva Musical de Alfarrasí, con la que han compartido más de medio siglo de historia, emociones y música festera.

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