Alcoy, la ciudad de los tres ríos y los puentes
Ubicada en un valle rodeado de majestuosas montañas como la Serra de Mariola, Biscoi, L’Ombria, la Serreta, el Carrascal de la Font Roja, la Carrasqueta y Els Plans, Alcoy es un enclave privilegiado de la provincia de Alicante.
La ciudad está atravesada por los ríos Riquer, Benisaidó y Molinar, afluentes del Serpis, lo que le ha valido el sobrenombre de “la ciudad de los tres ríos”. Además, su peculiar orografía ha propiciado la construcción de numerosos puentes, convirtiéndola también en “la ciudad de los puentes”, una característica que le otorga un encanto especial.
A lo largo de su historia, la compleja topografía de Alcoy ha condicionado sus comunicaciones, impulsando la creación de importantes infraestructuras. Actualmente, la ciudad está conectada por la N-340 (Barcelona-Cádiz), que la une con Alicante al sur y con Játiva-Valencia al norte, además de contar con enlaces a la A-3. Su red de transporte se complementa con el ferrocarril Alcoy-Játiva-Valencia, una vía que mantiene el vínculo con la capital del Turia.

Clima y Naturaleza: Un entorno privilegiado
Alcoy disfruta de un clima mediterráneo con un toque continental, debido a su altitud media. Los inviernos son fríos, con una temperatura media de 7,5 °C en enero y frecuentes heladas, e incluso ocasionales nevadas que tiñen de blanco sus montañas. En contraste, los veranos son cálidos y agradables, con una temperatura media de 23,5 °C. La pluviometría varía entre los 350 y 850 mm anuales, lo que permite que la vegetación autóctona siga siendo un rasgo distintivo de la zona.
El Carrascar de la Font Roja es uno de los mejores ejemplos de bosque mediterráneo conservado, donde encinas, tejos y especies caducifolias crean un paisaje de gran valor ecológico. Curiosamente, la expresión «echar los tejos» tiene en Alcoy un significado peculiar: en la segunda mitad del siglo XX, era común que estos árboles cayeran, y para advertirlo se decía que “te estaban tirando los tejos”. Más allá de la Font Roja, los pinares dominan el paisaje, cubriendo el 85% de los bosques de la zona.

La historia de Alcoy: un viaje en el tiempo
La historia de Alcoy es un fascinante recorrido a través del tiempo, desde los primeros asentamientos prehistóricos hasta convertirse en un enclave clave en la historia de España. Su evolución ha estado marcada por la influencia de diversas culturas y acontecimientos históricos que han forjado su identidad única.
Orígenes prehistóricos: arte y asentamientos
Los primeros vestigios de ocupación humana en el territorio de Alcoy se remontan a la prehistoria. En los abrigos cercanos a La Sarga se encuentran pinturas rupestres pertenecientes al Arte Levantino (10.000-6.500 años antes del presente) y al Arte Esquemático y Macroesquemático (10.000-1.500 a.C.), representaciones de escenas de caza y recolección que ofrecen una valiosa ventana al pasado.
Con la llegada del Neolítico y la Edad de los Metales, los habitantes comenzaron a establecerse en zonas más abiertas, utilizando las cuevas como corrales o lugares de enterramiento colectivo. Ejemplo de ello son Les Llometes y la Cueva de la Pastora.
La cultura ibérica y la romanización
Hacia el primer milenio a.C., el territorio de Alcoy formaba parte de la Contestania, una de las regiones ibéricas más importantes. Poblados fortificados como El Puig y La Serreta atestiguan la importancia de la zona en la cultura ibérica.
Con la llegada de los romanos, el área se transformó en un territorio rural vinculado a ciudades costeras como Dianium (Denia) o Lucentum (Alicante). Se establecieron villas agrícolas, como la de l’Horta Major, con su necrópolis en la que se han hallado valiosos objetos funerarios.
La Reconquista y la fundación de Alcoy
El nacimiento del núcleo urbano cristiano de Alcoy se remonta a 1256, cuando se construyó un castillo en el enclave estratégico del nacimiento del río Serpis. Esta fortificación fue clave en la expansión del Reino de Valencia tras la Reconquista llevada a cabo por Jaime I de Aragón.
El territorio, inicialmente sometido mediante tratados, sufrió varias revueltas lideradas por el caudillo musulmán Al-Azraq entre 1248 y 1276. La última de ellas, en la que el propio Al-Azraq murió, consolidó el dominio cristiano sobre la región.
En 1291, Jaime II cedió la villa a Roger de Lauria, pasando posteriormente al dominio real en 1430. Desde 1447, Alcoy obtuvo el privilegio de tener representación en las Cortes Valencianas.
Guerras, industria y revolución
Alcoy desempeñó un papel clave en varios episodios históricos. Durante la Guerra de Sucesión (1705-1707), sus habitantes apoyaron al Archiduque Carlos, lo que les costó ataques y la pérdida de privilegios. Sin embargo, Felipe V compensó estos daños con exenciones fiscales y apoyo a la Real Fábrica de Paños, impulsando la industria textil de la ciudad.
En 1873, Alcoy vivió la llamada Revolución del Petróleo, una revuelta obrera en la que el alcalde republicano Agustí Albors ordenó abrir fuego contra los manifestantes. La respuesta fue brutal: el ayuntamiento fue asaltado, el alcalde asesinado y la ciudad se declaró independiente bajo un Comité de Salud Pública durante varios días, hasta la llegada de las tropas gubernamentales.
Durante la Guerra Civil Española, Alcoy se convirtió en un bastión del anarcosindicalismo y sede de la AIT (Asociación Internacional de los Trabajadores), reafirmando su carácter combativo y revolucionario.
En resumen
La historia de Alcoy es una mezcla de lucha, resistencia y evolución. Desde sus primeras comunidades prehistóricas hasta su papel en la industrialización y los movimientos obreros, cada época ha dejado su huella en esta ciudad única. Un viaje en el tiempo que sigue vivo en sus calles, sus tradiciones y su gente.
